¡Hola, todos! Bienvenidos de nuevo a mi Blog. Espero que anden felices por la vida y si no se así, pues espero que se alegren con esta entrada XD
En el mes de Enero tuve el placer de leer el primer libro (
con motivo de su pre-lanzamiento)
de la talentosa Mariana Palova quien se estrena como autora autopublicada.
Pero ya basta de esperas, porque desde el 28 de Febrero pasado su bebe (libro) vio la luz y ya esta disponible para su compra. Si aun no saben de que les estoy hablando, pues es de nada mas y nada menos que de: El Señor del Sabbath - La Nación de las Bestias #1
¡Así que empecemos con esta entrada especial con motivo del Lanzamiento #LNDB XD!
Como dinámica del lanzamiento, la autora reclutó un grupo de bloggers y booktubers, para publicar durante toda esta semana información relacionada con su obra. A cada uno de nosotros se nos fue asignado un día y un Loa específico. Ademas de un arte creado por la autora para el día de hoy XD
¿No sabes que es un Loa?
No desesperes, ya te lo explico. Son espíritus de la religión vudú que sirven como intermediarios entre los hombres y el regente del mundo sobrenatural. Son parecido a los ángeles del cristianismo pero a diferencia de estos, se les sirve. Cada uno tiene una personalidad diferente y en honor a ellos se les consagra un día de la semana. Hoy por ser sábado (un día muy especial en el libro), toca El Baron Samedi.
Es el loa omnisciente de la Muerte, pero también es un dios sexual, más concretamente del sexo violento y sadomasoquista, y caracterizado por su personalidad obscena y siniestra, además de por su particular cariño por el ron. Lo consideran un juez sabio y un mago de gran alcance. Es notorio su comportamiento indignante y libertino, haciendo bromas asquerosas a los otros espíritus. Es cruel y sádico en su humor. Está casado con otra deidad de gran poder conocida como Maman Brigitte, pero persigue a menudo a mujeres mortales. A diferencia de otros loas que prefieren mujeres vírgenes y puras, el Barón las prefiere amantes expertas, prostitutas y mujeres fatales. Le gusta fumar y beber y se le ve raramente sin un cigarro en la boca o una botella de ron en los dedos huesudos. (De miedito, cierto)